La misma calle
Viene junto a mí todas las tardes
como un espejismo tu recuerdo,
sangra en la mitad del beso nuevo,
vuelca en la guitarra sus desastres.
Ya no es de los dos la misma calle,
sólo hay una calle sombra adentro,
donde vive todo lo que ha muerto,
donde volverán dos soledades.
Quiero regresar pero la senda
toda se ha poblado de cuchillos,
¿Quién vuelve feliz desde el olvido
y después de amar no vive alerta?
Hoy he visto a Dios dentro del vino,
y ando hasta mostrar la herida abierta,
quien se va a lo muerto más se aleja,
¡nadie puede dar lo que ha perdido!
Ando recordando esos lugares
donde transformamos lo imposible,
labios que cerraron cicatrices,
cielos de de veranos imborrables.
Qué dolor saber que siempre es tarde,
que algo no ha pasado y que resiste
y es como una chispa que ahora sirve
para armar el fuego más cobarde.
Autor(es): Mariano Pini, Jesús Hidalgo
