El carrerito
¡Chiche! ¡Moro! ¡Zaino!Vamos, pingos, por favor,
que pa' subir el repecho
no falta más que un tirón.
¡Zaino! ¡Chiche! ¡Moro!
La barranca ya pasó,
y por verla tengo apuro
de llegar al corralón.
Y castigando muy suavemente
sobre las ancas del cadenero,
todas las tardes pasa el carrero
peón de la tropa «El Picaflor».
Va de compadre masticando un pucho,
y un clavelito del color del ceibo
lleva en la cinta de un chambergo
como regalo de un corazón.
¡Moro! ¡Chiche! ¡Zaino!
Y al llegar al corralón
pega un chiflido de alerta
y abre la china el portón.
¡Chiche! ¡Moro! ¡Zaino!
Ya la tarde se apagó,
pero en los ojos de ella
ha vuelto a salir el sol.
Desata alegre la caballada,
y tras la cena, corta y sencilla,
pulsa la viola y un tango ensilla
con el recuerdo de su canción.
¡Chiche! ¡Moro! ¡Zaino!
La barranca se acabó,
pero ya no tengo apuro
de llegar al corralón.
Autor(es): Alberto Vaccarezza, Raúl de los Hoyos