Contigo a la deriva
Ahora no somos nada más que un par de colillas
dentro de un cenicero vulgar, anónimo y corriente,
y no como aquél que un día sustrajiste con toda alevosía
de un hotel de categoría, donde daban un premio
que no ganaste tú … Lo recuerdo muy bien
porque llegué a vivir tal como tú vivías.
Lo recuerdo muy bien porque llegué a vivir
contigo a la deriva.
Y recuerdo que vendías todo lo que tenías:
collares y sortijas, todo era mercancía;
incluso tu sonrisa… Aunque debo decir
que por vicio no lo hacías, sino sencillamente
para poder comer, pagar el alquiler y pintar todo el día.
Lo recuerdo muy bien porque llegué a vivir
tal como tú vivías. Lo recuerdo muy bien
porque llegué a vivir contigo a la deriva.
Y yo te seguía cada nuevo traslado con tu discografía:
“ten cuidado, me decías, que ahí va lo mejor
de la Historia del Jazz…”
Y reías cada vez que te pedía que dijeras
de dónde aparecías, porque tú ya sabías
que no hay nada más triste que tener que inventar
una explicación. Y recuerdo también el día que grité
que aquello no era vida, que con tal de aparentar, seducir y triunfar, a saber lo que harías…
Lo recuerdo muy bien porque llegué a vivir
tal como tú vivías. Lo recuerdo muy bien
porque aprendí a vivir, contigo, a la deriva.
Autor(es): Juli Bustamante
