
La razón de mi canto
Es que siento tu voz
tierra de todos
abrazando tu fruto
ya maduro.
Es que pruebo el sabor
de aquella lágrima
y me quema su fuego
ensalitrado.
Es que oí la llamada
del barranco acompañando
sin saber a las tabaibas.
Es que escucho irreversible
el palpitar inevitable
de la historia.
Es que amándote
negué las exclusiones
y ya supe del dolor
de multitudes.
Es que ofende
la violencia de aquellos
que predican
mansedumbre.
Es que oí la llamada
del barranco acompañando
sin saber a las tabaibas.
Es que clama en mi raíz
el dolor de esta tierra
saqueada.
No sé... por eso,
será por eso,
que hoy me siento
a acompañarte.
Autor(es): Isabel Medina, Marisa Delgado