
Yo no sé lo que eras
Yo no sé lo que eras. Nunca pude saberlo.
Quizá la mano suave, bien domada, tranquila,
bien dispuesta a ser trote, a ser mujer o pájaro,
o a ser sencillamente arcilla.
Nunca pude saberlo, yo no sé lo que eras,
porque eras también el aire bien nevado de enero
donde volaban barcos fríos como puñales
y volaba la noche y volaba el silencio.
Pero te amé, te amé
como nunca más supe hacerlo.
Tú eras mujer amiga de momentos felices
y otros en que la pena como un arado entraba
a ser dolor en surcos, a volver infinitos
la cosecha de un hombre y una mujer que se aman.
Espero que te acuerdes de nuestro juramento
de tener siempre abiertas a todas nuestras ventanas
a la risa del niño, a la verdad, al vino,
al futuro luchado, a la esperanza.
Autor(es): Pablo Guerrero