Luis Eduardo Aute

Misteriosos oídos


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp


¡Predicar en desierto,
sermón perdido!
¡No, que nada se pierde,
todo se gana!
No hay palabra de amor
que no se encienda.
La voz del corazón
abre al desierto
misteriosos oídos.


Autor(es): Miguel de Unamuno, Luis Eduardo Aute