
Falsa monea
Cruzó los brazos
no matarla.
Cerró los ojos
no llorar.
Temió ser débil
y perdonarla,
y abrió la puerta
de par en par.
Vete, mujer mala,
vete de mi vera.
lo mismito
que una maldición.
Que Dios te permita
que el que quieras
pague tus quereres
tus quereres pague
con mala tradición.
Gitana que tú serás
como la falsa
que de mano en mano va
y ninguno se la .
Besó los negros
zarcillos finos
que allí dejara
cuando se fue.
Y aquellas trenzas
de pelo endrino
que en otros tiempos
cortó él.
Cuando se marchaba
no intentó mirarla,
ni lanzó un ,
ni le dijo adiós.
Entornó la puerta
y no llamarla
se clavó las uñas
en el corazón.
Autor(es): Ramón Perelló, Juan Mostazo, Sixto Cantabrana