Amaury Pérez

Carmen


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp


El infeliz que la manera ignore
de alzarse bien y caminar con brío,
de una virgen celeste se enamore
y arda en su pecho el esplendor del mío.

De eso trabajo, entre sus brazos sueño,
su hogar alzado por mi mano envidio
su fuerza a dios y vivo en el desdeño
el torpe amor de Timno y Ovidio.

Es tan bella mi Carmen, es tan bella
que si el cielo la atmósfera vacía
dejase, de su luz dice una estrella
que en el alma de Carmen la hallaría.

Y se acerca lo humano a lo divino
con semejanza tal cuando me besa
que en brazos de un espacio me reclino
que en los confines de otro mundo cesa.

Y en este amor las lánguidas blancuras
de un lirio de San Juan y una insensata
potencia de creación que en las alturas
mi fuerza mide y mi poder delata.

Robusto amor en sus entrañas lleva
el germen de la fuerza y el del fuego
y griego en la verdad odia y reprueba
la bestia indigna del amor del griego.

Señora, el alma de la ley terrena,
despierta, rima en noche solitaria,
estos versos de amor —versos de pena—
rima otra vez señora pasionaria.

De amor al fin, aunque la noche llegue
a cerrar en sus pétalos la vida,
no hay miedo de que en la sombra plegue
su tallo audaz la pasionaria herida.

Es tan bella mi Carmen, es tan bella...


Autor(es): José Martí, Amaury Pérez