
La araña
Ya estás tejiendo la red
como en aquella mañana
en que te di mi querer
cuando te vi en tu ventana;
muy tarde vine a saber
que te llamaban "La Araña".
Cuando se empieza a adorar
sin conocer al destino,
es necesario llevar
muchas botellas de vino
porque se empieza a llorar
a la mitad del camino.
Hoy comprendo que por eso
me entregaste tu hermosura
y me das en cada beso
tu ponzoña con dulzura.
Ya estás tejiendo la red
con la sonrisa en los labios,
crees que porque eres mujer
tienes el mundo en tus manos;
nos volveremos a ver
dentro de diez calendarios.
Cuando te envuelva el dolor
yo llegaré una mañana
a platicar de mi amor
como si fueras mi hermana:
quiero escuchar en tu voz
quién fue el amor de "La Araña".
Autor(es): José Alfredo Jiménez