Hay que saber que la vida
no es un decreto oficial,
viene de tantas razones,
en dos corazones,
bogando hacia el mar.
En cada madre hay un sueño,
en cada sueño una voz,
y cada voz lleva un nombre
con rasgos del hombre
que la acarició.
Mas cada cual quiere un canto
que diferencie su voz
para impregnarle a la vida
su beso y su ira,
su piedra, su flor.
Como hoy se trata de todos
hay que entender cada voz
para sumarla de modo
que sea un gran coro
quien le cante al sol.
Autor(es): Lázaro García