Metamorfosis
Cómo puede ser
que cambie tanto un hombre de parecer,
que de repente el delirio se le murió,
que de prejuicios y esquemas se intoxicó.
Tanto que se mató
y ahora todo lo andado se le olvidó.
Luchando contra el constante “no puede ser”,
y ahora las mismas trabas las pone él.
Miserias que le imprime el monumento que le hacen,
muralla en la retina mutilando el sentimiento,
y las buenas locuras las asesina un buen puesto.
Llegó lleno de ilusión,
pero lo atrapó la mierda y se acostumbró.
Un carro, una secretaria y un gran bureau
pusieron un candado cerrado en su imaginación.
Manchas del corazón
que siembra el oportunismo y la corrupción.
Cuando de indolencia un alma se contamina
se le envenenan las ganas y la visión.
Y adónde fue a parar aquel quijote comunista,
qué grande fue el molino donde se quebró su lanza,
o qué alucinación le ha trastornado la esperanza.
¡Ay de la generación
que pagará los desastres de este ciclón!
¿Cuánto lloverá en mi patio para que el sol
degüelle y convierta en fósil esta canción?
Miserias que le imprime el monumento que le hacen,
muralla en la retina mutilando el sentimiento,
y las buenas locuras las asesina un buen puesto.
¡Ay de la generación
que pagará los desastres de este ciclón!
Y ¿cuánto lloverá en mi patio para que el sol
degüelle y convierta en fósil esta canción?
¡Ay de mi generación!
Autor(es): Santiago Feliú