La niña de la piel quemada
me quiere preguntar y no lo hace.
Me inclino en el portal donde ha dormido,
juegan mis dedos con su pelo y pienso:
Mi hijo allá en pruebas finales,
mi hijo irá de vacaciones,
mi hijo quiere ser piloto,
mi hijo me estará esperando.
La niña de la piel quemada y poncho roto
al fin se ha decidido y me pregunta:
¿Cómo es el mar?
Autor(es): Augusto Blanca