De momento


Encontrando mis canciones,
esperando de la espera,
resumido, de regreso del amor;
resignando en positivo
cuanto añoro, olvido y pido
sin que todo y nada pueda más que yo.
Parecido todavía,
confirmándome de vida,
siempre en falta de dinero y sin edad,
descerebrándome el corazón
justamente sobre la mitad.

Entropía acumulada
develándome el misterio,
comprensiblemente tuyo,
nada más.
Indoloro de tristeza,
deportivo del problema,
sin debajo y sin encima,
justo sobre la mitad

Moribundo y renacido,
enterrado y revivido,
superando la alegría de vivir,
descerebrándome el corazón
justo sobre la mitad.

A la vuelta de la tierra,
a un costado de la guerra,
en la paz que vive el ojo del ciclón.
No me importa dónde y cuándo
ni tampoco cómo y cuánto,
siempre sé que voy a dar como lo soy.
Ya no hay tiempo más perdido,
ni futuro prometido;
ya no queda, sólo falta un poco más,
descerebrándome el corazón,
sobreviviéndome la próxima mitad.

Ángel del recuerdo,
sombras de la luz,
paraíso de mi infierno
donde sólo existes tú.
Sálvame el invierno,
límpiame el azul,
grita mi silencio,
canta el descontento,
humanízame de más.

La distancia llega,
sana y descongela
bajo la piedad del corazón.
La distancia llega
para rescatarte de aquí,
de allá, del más acá.

Ángel de las dudas,
cuanto más me da
más se me desilumina,
más se me demorará
la canción perdida,
la de nunca más,
la que va escondida,
la enterrada viva,
la de la verdad.

Cuando no se espera,
la distancia llega
cuando se precisa
recordar.
La distancia queda
del ayer que fui:
lo mejor que me pude salvar.

Vivo en la distancia,
ángeles de mí,
melodeando el sentimiento
más pensado que viví.