Encadenados
quizá fuera mejor que me olvidaras
volver es empezar a atormentarnos;
a querernos para odiarnos, sin principio ni final
Nos hemos hecho tanto, tanto daño;
que amor entre nosotros es martirio,
jamás quiso llegar el desengaño,
ni el olvido, ni el delirio, seguiremos siempre igual
Cariño como el nuestro es un castigo,
que se lleva en el alma hasta la muerte
mi suerte necesita de tu suerte,
y tú me necesitas mucho más
Por eso no habrá nunca despedida
ni paz alguna habrá de consolarnos,
el paso del dolor ha de encontrarnos,
de rodillas en la vida, frente a frente y nada más