Detrás del roble
Será que esta mañana no quiso amanecer
o que la noche anduvo ayer de amores.
Será que el gallo sabe que no ha salido el sol
y yo, que ya no estás detrás del roble.
Será que hay una forma posible de evitar
mirar a cada sitio en que has estado,
o será permanente tenerte que pensar
sobre el mismo lugar que me has amado.
Será rubor que amando no pronuncie un halago,
será mi corazón por traicionero,
o será que la lluvia nos calienta las manos
porque ha pensado acaso que te quiero.
Será que sé tu nombre y tu sonrisa azul,
y tu cuerpo desnudo y tu reclamo.
Será que apareciste, será que te encontré...
o será, simplemente, que te amo.
Autor(es): Pepe Ordás