Como un poder
Al principio
los países fueron verdes,
el mío también,
y la lluvia
era una fuerza de los dioses,
como un poder,
a la lluvia le crecieron tantas ramas
que el bosque fue,
y ese bosque fue arrastrando tanta lluvia
como un poder.
Algo te está pasando que no te veo,
un odio de ladrillos crece del suelo.
Al principio
los países fueron verdes
junto al volcán,
y el volcán
era de fuego peligroso
como del mar,
y el volcán echó sus frutos sobre el suelo
de mi país
y ese suelo fue vistiéndose de rocas,
de malpaís.
Al principio
los países fueron verdes,
el mío también,
y al final
estaba el mar como un principio,
como un poder,
al principio los países fueron verdes,
y el mío también,
y en suelo sólo habían pan y surco,
como un poder.
Autor(es): Pedro Guerra