Tan viejo
antes de verla marchar
hay tantas cosas
que le puedo contar,
de los críos,
de mi escuela,
de mi perra infiel,
de ajedrez,
del zen
o de Rayuela.
Le puedo decir
que si hoy la he conocido
ayer la confundí con tantas otras
en las que me perdí.
Fracaso tras fracaso
del alma y de la piel
por no aceptar que me engañaba
a cada paso.
Fueros de palabras para darles vida
quizás verdad,
quizás mentira.
Y otras veces provocaron sentimientos
y ponía yo en mi boca expresamente
para no perder la baza en el enfrentamiento
que el amor supone hoy entre la gente.
Le podría hablar de mi guitarra
que ya sabe a donde va
para quien canta
y para quien no está.
Por quien ofrece un sorbo
de su vida y su canción
y quién no empieza a ver en ella
sino estorbos.
Le podría hablar de mis amigos
que soñaban navegar
que se casaron
y olvidaron el mar
cada uno su camino
y yo andar por andar
prefiero entre la bruma de mi vida
ser marino.
Y ahora que me escuchan
ni acercarme puedo
se me va la voz
tal vez la quiero
y ella me golpea fría con sus quince años
y yo me voy, no pasa nada, no me quejo
mas poco le ha costado hacerme daño
nunca antes creí yo ser tan viejo.
Autor(es): Joan Baptista Humet