Quién tiene un sueño
y el repartidor
saluda con voz de albarán,
Y las cigüeñas no están,
y huelen los ríos,
y los pescadores se dan
contra los mares vacíos,
Cuando la buena es la estrella fugaz,
usar y tirar,
y un polvo cubrió el alquiler,
Cuando no vuelve a llover
ni hay curro seguro,
y sólo es posible prever
que ya no existe el futuro,
Quién tiene un sueño para compartir
y sobrevivir
en esta feliz sinrazón.
O quién me ayuda en mi revolución
y empiezo a caminar desde ahí,
y a ser el dueño
de mis sueños,
mis valores,
y el juez de mis errores,
algo mío para construir
otra forma de aprender a vivir.
Cuando el honrado se vuelve un bufón
en televisión
a cambio de un trozo de pan,
Cuando se aplaude al truhan,
se compra al testigo
y se condecora al patán
o se traiciona al amigo,
Cuando la guerra la dan por La Dos,
en nombre de Dios
y a cargo de la libertad,
Y en esa perversidad,
países enteros
se hieren a perpetuidad
ante un planeta de acero,
Quién tiene un sueño para compartir
y sobrevivir
en esta feliz sinrazón.
O quién me ayuda en mi revolución
y empiezo a caminar desde ahí,
y a ser el dueño
de mis sueños,
mis ideas,
mis dudas, mis peleas,
algo mío para construir
otra forma de aprender...
A ser dueño
de mis sueños,
mis hechizos,
mi propio compromiso,
algo mío para construir
otra forma de aprender a vivir.
Autor(es): Joan Baptista Humet