Juro amarte
Ah, hasta el fin de mi existencia
y si es delito el adorarte
qué voy a hacer, no puedo odiarte.
Para qué sirven ojos, para qué sirven,
ojos que se enamoran de un imposible.
A donde iré que no me siga
como una sombra tu recuerdo
si me has mentido eternamente
qué valor tuviste para engañarme.