Cómo ponerse un guante
Hay que coger los dedos de una mano
así como yo hago,
en un día e invierno desolado
y levantar el brazo
a una altura donde puedas alcanzarlo
alzando la otra mano;
fijarte bien si tienes cinco dedos
o tienes sólo cuatro,
si fuera así no debes preocuparte:
hay guantes inválidos.
Llevar la mano izquierda a tu costado
con gesto reposado,
con gesto que no sea rutinario
extraes lo deseado,
lo acercas a la diestra descubierta,
el pulso relajado,
deberás tener siempre el puño abierto;
es un instante raro,
no sabes si la mano irá directa
o pasará de largo;
a nadie le deseo este momento
terriblemente incierto;
hay veces que se acierta a la primera,
es útil la experiencia,
si el dedo gordo entra sin violencia
resultará muy fácil,
entrará cada dedo tan campante
en vuestro guante.
Autor(es): Víctor Manuel San José