No es bueno que el hombre esté solo
y cuando Eva dijo "muerde la manzana"
se encendieron todas las luces de alarma
y en ese momento no le mordió nada.
Con una mirada que todo abarcaba
buscaron qué cosas les diferenciaban
y hallaron que en todo se complementaban
donde él terminaba, ella comenzaba.
Como daban vueltas y vueltas sin rumbo
una voz les dijo de modo rotundo:
No es bueno que el hombre esté solo,
se vuelven igual que los lobos.
No es bueno que el hombre no tenga pareja
y que se soporten el tiempo que quieran.
No es bueno que el hombre esté solo
se vuelven igual que los lobos.
Que caigan, que crezcan, que sangren, que duela
que no se sometan, que escapen, que metan.
En el Paraíso crecían las plantas
y Adán, ya dijimos, no probó manzanas.
Eligió una fruta mucho más jugosa
y Eva por supuesto, se mostró curiosa.
Eran los primeros, no habían manuales
así que observaron a los animales
se chupan, se comen, inventan variantes
como si estuvieran muertitos de hambre.
Cuando a duras penas deshacen el nudo
el que inventa el mundo ordena ¡el segundo!
Autor(es): Víctor Manuel San José