A ratos


A ratos de tu cuerpo
brotaba la alegría
iluminando todo
con la luz de harina.
A ratos la tristeza
brotaba de tu cuerpo
y todo lo anochecen
sombras de fuego.

Por largas avenidas
a ratos caminamos;
dices que un tren oscuro
te anda llamando.

Lumbres enloquecidas
me dices que te llaman
No mires nunca, niña,
pozos con agua.


Autor(es): Pablo Guerrero