Aguacero
El aguacero convirtió las calles
de la ciudad en un charco.
Quedó limpia la acera. Y un olor
parecido al ozono
sobrevolaba por las azoteas.
Llené de aire mis pulmones
cansados de tabaco.
En una fuente sumergí mis manos
intentando asir la vida
de la tormenta sobre la barriada.
un arco iris parecido al que tengo
ahora de bufanda
me regó la memoria
de un sinfín de colores
Autor(es): Pablo Guerrero, Juan Alberto Arteche Gual