Patio y noche
Serenidad de piel mojada:
La yedra besa los labios
de un tiempo inexistente.
Un aire intacto
se ofrece en remolinos
perceptibles apenas
entre las ramas del naranjo.
Todo parece que vuela
de esta noche inmóvil:
respiraciones
pueblan espacios
donde el silencio vibra
y es música y danza.
Decir que venimos
de más allá de las estrellas
cuando cae la venda de la noche
y los sentidos
se confunden
con los colores de la luz
de la materia.
Autor(es): Pablo Guerrero, Juan Alberto Arteche Gual