Soplos


Voy llegando de un hipnótico sabor
hasta estas horas porque el sol nos arrestó.
Aquella noche en el alarde, alguno se coló a decirnos
que hace varias noches de que algo se nos perdió

Y la lengua se nos fue empedrando
y la voz llenando de humo
y una musa pasajera nos presume sus caderas
y al final se cantó a lo que se pudo

Y una brújula nos fue enterrando
y algunas veces dando la razón
y en una sala de parto llora
un canto fino gotas de vino
cuando nos hicimos canción.


Canto a nuestro canto incompleto
trazo de desilusión y de hastío
a nuestros rasgos del sueño
de que en México se cante sin frío

Soplos del néctar de la caña,
del mezcal y del río.
Mujer, no es bueno
si nos raptas la canción en su envío.
Árbol del trueno,
no me obligues a lanzarme al vacío.
Luz del sereno,
no mastiques nuestras sombras de olvido.


Autor(es): Gerardo Pablo