Tan Facil
Es tan fácil para ti contar con moralejas, los domingos tras un luminoso altar, cierras temprano las puertas de tu iglesia afuera puedes escuchar los mendigos hablar, de hambre, de frío, tristezas y dureza, por qué no fue otra vida por qué llegar a este lugar, un pequeño milagro que ayude a mejorar tus repetidos cánticos de humildad. Demasiado viejo, demasiado sucio, demasiado hediondo para al cielo poder aspirar.