P.n.s.u.r.h.q.s.u.r
y quiero perderme un poco.
Para no ser un recuerdo
hay que ser un reloco.
Lo dijo Peralta Ramos
y lo transcribió Martínez,
y lo leí, y tengo mala memoria pero lo aprendí,
de acuerdo, y poco a poco.
Para no ser un recuerdo
habrá que ser un reloco.
Y quién te va a perdonar no hacer
exactamente lo mismo.
Todos los abismos están
prohibidos o mal vistos, es lo mismo.
Es sábado a la noche,
apenas me enteré, eso calculo.
No veo la televisión ni disimulo,
vos estarás rascándote el culo.
Yo no hago nada más
que lo que me corresponde
y es verdad, hago demasiado a veces
del otro lado.
Debo ser un bohemio,
una especie de otro milenio,
un maldito que pasó a la acción armada,
fue un desastre o no pasó nada.
Es otra cosa que el tiempo dejará enterrada.
Vuelvo por cabildo
como cuando era potrillo,
no uso color amarillo pero brillo
a cambio de algo por determinar.
Otro contrato sin firmar,
y sin hogar y sin soportar una cocina,
pero el tiempo no se termina.
Y queda gasolina y futuro, el futuro.
El presente es duro,
se presenta con su chicle de menta,
pero algo se inventa.