Canción para una larga despedida
Escribo aquí, Pablo, tu último aliento.
tu caminar, tu lucha contra el tiempo
sin comprender jamás el desaliento
Te fuiste así, dispuesto a regresar
pensando que volver sería natural.
Quedaste aquí perplejo frente al mar,
frente a la soledad que la muerte te abrió.
Nadie escribió tu nombre en las paredes,
ni nadie habló de ti con voz de llanto.
Te fuiste al polvo humilde y campesino
como una acacia vieja al borde del camino
Pablo
¿qué voz destrozó el paisaje?
¿quién hizo de tus ojos un pobre peregrino?
¿y de tu mano tosca una herramienta más?
Autor(es): José Antonio Labordeta