Nana


A ese niño hermoso
¿quién lo dormirá?.
Brazos que le acunen
no le faltarán.

Voces que le acallen
le susurrarán:
reposa chiquito
que el alba vendrá.

Vendrá con las luces
que el oriente trae
moviendo las sombras
que en la noche caen.

Y con la mañana
mamá te dirá:
arriba mi niño
que hay que caminar.

Pero ahora dulce
niño hay que dormir,
que la noche sufre
si te oye gemir.

Cuando el día venga
saldremos al sol
para ver el hielo
roto por la flor.

Por la flor que anuncia
que el invierno acaba
y con él terminan
las duras jornadas.

Las duras jornadas
de escarcha y de boira
de frío en el cuerpo
de hielo en el alma.

Pero ahora duerme
mi pequeño amor
que la noche es larga
y la vence el sol.


Autor(es): José Antonio Labordeta