Algunos rojos de antaño
qué queda hoy
uno está de modisto
otro es diseñador
y el rojo más pequeño
está de restaurador
jodiendo la cocina
de su abuelo el labrador.
Aquel que era trostkista
y leía a Dantón
ahora en un ministerio
está de portavoz
mientras Luisito el Lenin
va a la misa de dos:
"porque es que mi señora
así me lo pidió.
Ay que ver,
ay que ver
lo duro que es aprender.
Parte del gran naufragio
que el viento se llevó
florece en invierno
en alguna recepción
y te cuenta como ellos
tuvieron el valor
desde un balcón muy alto
de insultar al dictador.
En el fondo eran rojos
de tresillo y de sillón
que es cuanto les dejaron
sacar la cara al sol,
vendieron muchos libros
de Marx y de Prudhom
y a cambio colocaron
obras de monseñor.
Autor(es): José Antonio Labordeta