Todo acabó
comprendiendo que no puede ser ni debe seguir así.
Tanto vivir en tus brazos un mundo de amor
más la cruel realidad ya llegó y todo se terminó.
Es inútil no te puedo hacer feliz
pues las leyes me lo exigen sin piedad,
el destino se interpone entre tú y yo: triste verdad.
Todo acabó, en mi pecho se ahogó mi penar
ya mi alma se muere sin ti y digo este adiós: amor.
Es inútil no te puedo hacer feliz
pues las leyes me lo exigen sin piedad,
el destino se interpone entre tú y yo: triste verdad.
Todo acabó, en mi pecho se ahogó mi penar
ya mi alma se muere sin ti y digo este adiós: amor.
Autor(es): Fernando Z. Maldonado