A tan avanzada edad
A la escuela, a tus deberes y al sol
del patio y el resplandor
de tu guardapolvo blanco
que es donde debes estar.
Bajo la mirada grave de tu celador.
Mira que se te hace tarde;
ya ha salido el sol.
Yo quisiera que te quedes siempre,
florcita del mar,
que me has hecho amar,
pequeña,
mocosa,
a tan avanzada edad.
A la escuela, que el día se ha puesto en pie.
Te preparé café.
Vamos, lávate la cara,
deja ya tu cama en paz.
Pero no te pongas triste,
no hay por qué llorar.
Mira que se muere un ciervo
si te pones mal.
Yo quisiera que te quedes siempre,
florcita del mar,
que me has hecho amar,
pequeña,
mocosa,
a tan avanzada edad.
A la escuela, que el mundo ya despertó.
Su almohada dejó el gorrión,
y en el nido del hornero
se trabaja sin cesar.
¿Quién me pintará la vida,
si no quieres tú?
Hay que pintar todo el cielo
de color azul.
Ahora, pronto a tus labores,
florcita del mar,
que me has hecho amar,
pequeña,
mocosa,
a tan avanzada edad.
Autor(es): Víctor Heredia