Ahora, imagínalo


Cómo será nuestro futuro,
me he preguntado una vez más
mirando el turbio desayuno
que siempre tomo al despertar.

E imaginé que será hermoso
como un niño al caminar,
como una flor que despereza
su color en libertad.

Oh, imagínalo, oh, imagínalo.
Oh, imagínalo, oh, imagínalo.


Habrá palabras nunca dichas
y dicha en nuestro corazón.
Lejos del mundo la malicia
será un recuerdo sin valor.

No habrá traidor ni traicionados,
ni traición que soportar.
El asesino habrá perdido
su razón para matar.

Regresarán nuestros amigos
y cantarán alrededor,
y ya no habrá necios castigos
ni quien censure nuestro amor.

No necesitaré un camino
ni pensar adónde ir,
ya que el futuro que imagino
lo imagino en mi país.


Autor(es): Víctor Heredia