Amparo
para esta flor que traigo en mano.
Le juro que es maravillosa:
compruebe su perfume a rosa.
Debiera dejar de ver el canal
que pasa solo desconsuelos,
y salir a mirar a la gente que va
unida por un mundo nuevo.
Y participar y manifestar:
la vida no regala nada,
es conveniente luchar.
Amparo, amparo.
Amparo, yo le pido amparo
para esa voz que invita al vuelo.
Solo es cuestión de sacar cuentas
y recordar viejas afrentas.
Amparo verá, es duro empezar,
pero el momento lo amerita.
Si se suma usted y empieza a creer,
seremos más en esta cita.
La flor que le doy es original,
la vida no regala nada:
es conveniente luchar,
Amparo, amparo.
Amparo, yo le pido amparo.
Ya sé que nos hicieron daño,
pero tenemos la memoria,
las lágrimas de nuestra historia.
Y vamos a hacer de una buena vez
un día con sabor a gloria.
Yo tengo esa fe y dígame usted
por qué no espanta viejas fobias,
y empieza a soñar y empieza a luchar:
la llama de nuestra esperanza
no se puede apagar,
Amparo, amparo.
Empiece a soñar y empiece a luchar
la llama de nuestra esperanza
no se puede apagar,
Amparo, amparo.
Autor(es): Víctor Heredia