Carta de un náufrago


Mírame: ¿qué puedo intentar?
Galopa la lluvia en el mar,
potros de niebla cruzan los campos.
Mírame: absurdo y tenaz.
Mis sueños galopan también.
Alguien saluda desde la orilla.
Alguien que me ama pretende salvarme otra vez,
pero el caballo galopa y yo vuelo con él
sobre la espuma suicida en el atardecer.

Yo soy parte del sur.
Ya ves, hay que sufrir para amar.
Soy solo un náufrago más.


Cuéntenme, ¿qué quieren decir
con eso de la libertad?
Hay tanto muerto, tanto desierto.
Cuéntenme, si pueden mentir:
¿por dónde podremos salir?
¡Qué vuelo frágil tienen los sueños!
Alguien se inyecta y sus ojos parecen el mar.
Una ambulancia se angustia en el amanecer,
y ya no hay nadie que pueda decirme qué hacer.


Autor(es): Víctor Heredia