Destino de caminar
sobre los montes dormidos
y alumbra su claridad.
Todo se resume en este canto:
tu recuerdo y mi nostalgia
y esta luz de pedernal.
Y el camino sigue andando,
sin apuro y sin descanso,
destino de caminar.
Vuela el halcón sobre la sierra
y la augusta cordillera
desata su vendaval.
Nieve, dulce novia de los ríos,
que tu amor y el canto mío
desguacen su soledad.
Sueño que podré volver un día
y estrechar el alma mía
con la tuya, en libertad.
Pienso que el destino es como un cuento
que solo tiene el principio,
pero le falta el final.
Autor(es): Víctor Heredia