El tren fantasma


La nostalgia de los charcos
saluda el espanto
y la fragilidad.
Los mendigos en enjambre
ahuyentan el hambre
sobre el basural.
Y yo, absurdo en este tren
fantasma de mi ciudad,
testigo de esta Babel
que mata por soledad.

Duerme la muerte en el vientre
de un adolescente
buscando su pan.
Y en la bolsa de los sueños,
desnudo el invierno,
aspira Poxi-Ran.
Y yo, absurdo en este tren
fantasma de mi ciudad,
testigo de esta Babel
que mata por soledad.

Solo espero estar despierto
cuando explote la verdad
que devolverá los sueños
de este tiempo que se va,
la verdad, la verdad,
la verdad, la verdad.


La sonrisa de un extraño recita
en un baño su promiscuidad.
Alguien pasa a la otra orilla
con su jeringuilla, solo por soñar.
Y yo, absurdo en este tren
fantasma de mi ciudad,
testigo de esta Babel
que mata por soledad.


Autor(es): Víctor Heredia