Tiempo de infancia
sobre los altos cardos,
sobre el viejo camino,
sobre los campos de mi pueblo.
Arde la tarde toda
sobre el manubrio nuevo
de mi triciclo rojo,
gallardo potro de mi infancia.
Corro con él de nuevo
por el fondo de casa,
con mi capote al aire
y mi espada de lata.
Mi madre en su trajín,
lavando ropa, canta viejas canciones
con la espalda doblada
sobre el fuentón del patio.
Me empiezo a preguntar
dónde quedó esa luz,
esa alegría inmensa
de barrilete nuevo.
¿En qué estación de tren
me fui volviendo adulto?
¿Dónde dejé guardadas
mis bolitas de vidrio,
mi avión celeste a cuerda,
mi Bambi de cartón?
¿Dónde quedó la mesa
con su mantel de hule?
¿Dónde el ceño fruncido
de mi padre a las nueve,
cansado del trabajo,
comiendo apresurado?
¿Dónde quedó la niña
siempre llorando a mares,
mi hermana y sus muñecas,
sus sueños de bailar?
Me empiezo a preguntar
donde quedó esa luz,
esa alegría inmensa
de barrilete nuevo.
¿En qué estación de tren
me fui volviendo adulto?
Autor(es): Víctor Heredia