Ya ves, amor
Ya ves, amor, ahora me conoces,
no soy tan duro ni tan recto entonces.
Más bien soy débil y, entre mis virtudes,
soy algo miope para tus razones.
Y voy seguro solo con mi abismo,
y entre tú y yo prefiero estar conmigo.
Esto no es cierto, sabes qué sugiero,
que a veces te odio y a veces te quiero.
Pero entre todo y mal por mal, soy bueno,
un hombre, apenas, bajo el sol y el cielo.
Pero es difícil convivir, amiga,
contradicciones siempre hay en la vida.
Pero entre tu fatiga y mi fatiga,
hay una vocación de amor aún viva.
Ya ves, no soy nada genial, respiro,
ando en dos patas por este camino,
doy, como todos, algo de mi vino
y guardo el resto, junto a mi egoísmo.
Autor(es): Víctor Heredia