El mangangá
tan barrigón,
se pasa rezongando
porom pom-pom.
Por el cielo de enero
va el zumbador
a ver si el monte tiene
ventilador.
Las pitangas lo miran, lo miran, lo miran,
lo miran volar
y el agua del arroyo, el arroyo,
el arroyo lo quiere mojar.
El mangangá amarillo
tiene motor
y zumba por las sombras
como un avión.
El mangangá redondo
de mal humor
anda siempre solito
por rezongón.
Las hormigas lo miran, lo miran, lo miran,
lo miran pasar.
Y la chicharra canta que canta
y se encanta de verlo rabiar.
Y eso pasa en diciembre, en enero, en febrero...
En el Yerbal.
Autor(es): Rubén Lena