Juan Lanas


[Versión de Paco Ibáñez]
(Adaptación: Pierre Pascal)

A pesar del cierzo cruel
la pobre vieja de carga
la leña va a recoger
para el buen Juan Lanas.
¡Ay! Juan Lanas que va a morir
de su buena muerte.

Melancólico es su andar
por aquel bosque sombrío,
donde antaño iba a soñar
con su Juan querido,
y que aún quiere y que va a morir
de su buena muerte.

Nada la puede parar
a la vieja que amontona
la leña en su delantal,
¡Maldita la hora!
que Juan Lanas va a morir
de su buena muerte.

Ni la puede detener
esa voz que no perdona
y le dice : has de volver
a tu casa ahora ;
Juan se acaba de morir
de su buena muerte.

Ni esa voz aún más cruel
que desde el fondo del alma
le recuerda que fue infiel
ese buen Juan Lanas,
ese Juan que va a morir
de su buena muerte.


[Traducción a partir de la adaptación al catalán de Miquel Pujadó]

Su hombre


A pesar del viento, poco a poco
una vieja abre la puerta.
Sólo quiere leña para encender fuego.
Nada más le importa,
que su hombre se le muere
de pura vejez.

Melancólica, se va
atravesando la fina niebla
hasta el bosque en donde soñó
tiempo ha en quien ama,
en quien ama y se le muere
de pura vejez.

Nada detendrá el paso
de la vieja que recoge
con dedos ateridos ramas de pino.
Ni nada ni nadie,
que su hombre se le muere
de pura vejez.

No, nada la detendrá,
ni esa voz que la angustia
diciéndole que al volver,
cargada y cojeando,
su hombre ya habrá muerto
de pura vejez.

Ni esa otra voz cruel
que, subiendo de sus adentros,
le dice que le fue infiel...
Tanto le da, no le importa…,
que su hombre se le muere
de pura vejez.


Autor(es): Georges Brassens