Alma mía
sin que nadie comprenda
tu sufrimiento, tu padecer.
Fingiendo una existencia
siempre llena de dicha y de placer,
de dicha y de placer.
Si yo encontrara un alma como la mía
cuantas cosas secretas le contaría.
Un alma que al mirarme sin decir nada
me lo dijiste todo con su mirada.
Un alma que embriagase con suave aliento
que al besarme sintiera lo que yo siento.
Y a veces me pregunto
qué pasaría si yo encontrara
un alma como la mía.