Soneto De Luna
La luna nos buscó desde su almena,
Cantó la acequia, palpitó el olivo,
Mi corazón, intrépido y cautivo,
Tendió las manos, fiel a tu cadena.
La luna nos buscó desde su almena,
Cantó la acequia, palpitó el olivo,
Mi corazón, intrépido y cautivo,
Tendió las manos, fiel a tu cadena.
¿Qué sábanas de yerba y luna llena
Envolvieron el acto decisivo?
¿Qué mediodía sudoroso y vivo
Enjalbegó la noche de azucena?
Dios y sus cosas nos reconocían.
De nuevo giró el mundo, y en su centro
Dos bocas, una a otra, se bebían,
Dos bocas, una a otra, se bebían.
Por las esquinas verdes del encuentro
Las caricias, ansiosas, se perdían
Como en una espesura, cuerpo adentro
Por las esquinas verdes del encuentro.
Dios y sus cosas nos reconocían.
De nuevo giró el mundo, y en su centro
Dos bocas, una a otra, se bebían,
Dos bocas, una a otra, se bebían.
Dos bocas, una a otra, se bebían.
Dos bocas, una a otra, se bebían.