Para El Carro


Carretero, para el carro,
para el carro, carretero,
y bebe vino en mi jarro
que yo beberé primero.
Si penas de alguna pena,
si sangras de alguna herida,
mi vino de Cariñena
te la curará enseguida.
Y luego por el camino,
si te pregunta cualquiera,
dile a lo que sabe el vino
que te dio la mesonera.
Dile cómo son mis ojos,
dile el color de mi pelo,
di que son mis labios rojos
lo mismo que mi pañuelo.
Háblale de mi cintura,
cuéntale de mis amores,
píntale bien mi figura,
di que me llamo Dolores.
Que ruede de boca en boca
mi estampa de mesonera
de Calatayud a Daroca
lo mismo que una bandera.
Y que no quede un arriero
desde Aragón a Castilla
que repare por dinero
en ver esta maravilla.
Y dile que a nadie quiero
ni sé lo que son amores,
¡a ver quién llega primero
al corazón de Dolores!
Carretero dame el jarro
que ya has bebido bastante,
no vaya a ser que tu carro
no pueda seguir alante.
Sigue con Dios tu camino,
vete por la carretera
y no te olvides del vino
que te dio la mesonera.
¡Carretero!