Llaves Para Una Boca


Alguien pasó ayer la noche en mi boca.
Tuvo que entrar muy tarde, casi a oscuras.
El vodka con martini hace, hace esas cosas
y luego quedó dormida dentro, dormida dentro.

Lo sé porque hoy todo está perdido
de pedazos de palabras, sonrisas, cálidos licores,
sistemas de conquista ya en desuso.

Me pregunto quién puede estar así de sola
como para aceptarme y venirse a mi boca,
con la ropa tirada por el suelo
y los botes de gel sin los tapones.
Supongo que llamará esta tarde.

Por ciertas marcas frescas en mis labios,
no dudo que ha hecho copia de las llaves,
de mis llaves,
de mis llaves ...