Mientras Las Nubes Me Acompañan
y en los campos de batalla,
los claveles y las insignias
se marchitan en las solapas.
Las circunstancias y las profecías
sólo nos dejan ser
espectadores de vidas que giran
alrededor de la nada.
Pienso el porqué,
pienso el porqué
pienso el porqué mientras las nubes,
pienso el porqué mientras las nubes me acompañan.
Como el arco iris que nunca ha existido,
como una atracción de feria,
los sueños dorados pierden su brillo
y no hay excepción a esta regla.
Debes saber que todo es ficticio
como en las tragicomedias.
Cambia los nombres, cambia los sitios,
desbarata coincidencias.
Piensa el porqué,
piensa el porqué,
piensa el porqué mientras las nubes,
piensa el porqué mientras las nubes te acompañan.
Marcamos prefijos equivocados
al querer hablar con Dios.
Nadie contesta al otro lado,
no nos sacan del error.
Y aunque vemos amontonarse los días
de tedio y desencanto,
por nuestra mente siguen flotando
fantasías de rock and roll.
Pienso el porqué,
pienso el porqué
pienso el porqué mientras las nubes,
pienso el porqué mientras las nubes me acompañan.