Nadie Supo Decirme La Verdad
ya me visteis preguntándole a los sabios,
a los buhos en la noche y en la madrugada al gallo,
nadie supo decirme la verdad.
Los romanos la encontraron en el vino,
buen camino para comenzar,
pero pronto descubrimos que todo es relativo
y no hubo excusa para no salir del bar.
Me engañaron en el confesionario
con historias de culpa y de perdón,
me ocultaron las cifras y los datos
del remedio universal contra el dolor.
Nadie supo decirme la verdad.
Me leyeron las líneas de la mano,
me obligaron a tumbarme en un diván,
me tuvieron muchos años rellenando formularios
y no supieron decirme la verdad,
la verdad ...
la verdad ...
la verdad ...