PAE
nadie me empapa ya.
Préstame un trueno, primo,
que tengo que avisar.
El mar se ha tragado Cádiz,
ha inundado el hospital.
De aquí no se mueve nadie,
que se vaya el capitán.
Lloviendo salao en Cádiz
y ortiguillas de mar,
las mareas son el viento
y la tormenta Carnaval.
Duendes verdes nos camelan,
¡si no saben bucear!,
y nos dan por peteneras
burbujas que no son ná.
Un tributo a paliativos,
jipíos en maternidad,
cada pez en su tiovivo,
chirigotas bajo el mar.
Estrecho y mil días largo,
el pasillo, ¿adónde da?
Te han traído vino amargo,
el vaporcito que se va.