Y El Corazón Que Late


Escucha el interior, latidos
que oirás. Óyeme el corazón
que un día perdí no por mí.
La nieve cubre más allá
donde tú estás y en las huellas leeré
mil historias sin fin. Hoy me fuí.

Siempre soñando haré mil pruebas.
Cada mañana oirás mi voz ciega.

Saetas cantaré. Camino
a recorrer. El cansancio que yo
a un árbol después entregué.
Mi rabia gritará susurros
nada más y en el eco podrás
sin quererlo un latido escuchar.

Siempre soñando haré mil pruebas.
Cada mañana oirás mi voz ciega.