Marinera
y tu cara llena de curiosidad,
llegaste en un barco que vino a estos lares
de un país lejano como tu ansiedad.
Tenían tus ojos dulzuras de enero,
empinado el gesto por la ensoñación,
frescura en el alma, tu acento extranjero,
no sé qué destino prendió tu ilusión.
Marinera,
siento temblar todavía
tu mano puesta en la mía,
soñando por la ribera.
Marinera,
flor de espuma tan lejana
que encontrara una mañana
y como vino, se fuera.
Marinera,
tengo el recuerdo grabado
de aquel amor que he dejado
dolorido por la espera.
Marinera,
ya nunca podré olvidarte
y aunque jamás pueda hallarte,
siempre, siempre te querré.
Marinera,
tengo el recuerdo grabado
de aquel amor que he dejado
dolorido por la espera.
Marinera,
ya nunca podré olvidarte
y aunque jamás pueda hallarte,
siempre, siempre te querré.
Marinera...